¿Qué es la terapia?

La terapia es un proceso que se inicia cuando una persona no se encuentra a gusto con la forma en la que vive y la forma en la que enfrenta sus relaciones interpersonales. Es entonces que busca un apoyo profesional.

El proceso implica la interrelación con un psicoterapeuta, en esta interrelación hay un intercambio de información; en general podemos decir que el paciente da información sobre su vida y forma de relacionarse, lo que le gusta de ello y lo que no, y el psicoterapeuta puede darle una nueva forma de ver esa información, una perspectiva desde otros puntos para ampliar el significado de esa experiencia, ya que el psicoterapeuta está entrenado para ello. Esta visión del psicoterapeuta puede ampliar la visión que el paciente tiene de si mismo y en general la visión de su mundo. La nueva forma e verse a si mismo y el poder ver a los demás más ampliamente permite a los pacientes tener nuevas actitudes y conductas ante los mismos eventos cotidianos de la vida que antes aparecían como problemáticos.

También el psicoterapeuta tiene la posibilidad de utilizar técnicas de cambio en cada situación o vivencia problema del paciente. Las habilidades del psicoterapeuta se desarrollan en un proceso prolongado de aprendizaje y supervisión de su práctica clínica.

La calidad de la relación terapéutica depende de la buena comunicación entre él y su paciente. Acudir a terapia implica un deseo de cambiar que conlleva dolor y estar dispuesto a recibir retroalimentación. Es por lo anterior que el ambiente de la relación psicoterapeuta-paciente debe de ser de confidencialidad, respeto y aceptación.

El cambio en actitudes, conductas y afectos aparecen poco a poco a partir del nuevo concepto de si mismo y la nueva visión de los otros.

La Psicología tiene diversos enfoques que explican el concepto de hombre, lo que es normal y lo anormal y la metodología idónea para el cambio de acuerdo a esta fundamentación teórica. Encontramos entonces diversas escuelas y enfoques como la Psicología Humanista y la terapia Familiar Sistémica, además existen otras corrientes o enfoques psicológicos como el psicoanálisis, el cognitivo-conductual y el constructivista.

La Psicología Humanista o Existencial-fenomenológica surge después del psicoanálisis y del conductismo y plantea una visión integral del ser humano haciendo énfasis en el conocimiento de sí mismo, la libertad y la responsabilidad. La Psicología Humanista, en contraposición al conductismo, toma en cuenta que el hombre tiene una intencionalidad, es decir, no solamente responde a los estímulos del medio ambiente sino que tiene una intención y una motivación interna que lo lleva a actuar. Psicólogos que inicialmente se forman como freudianos, en otra etapa de su vida profesional buscaron explicaciones más incluyentes acerca de la naturaleza del hombre, no solo explicaron la parte inconsciente sino que aportaron a la Psicología Humanista conceptos importantes como la búsqueda existencial, el desarrollo de la personalidad con la influencia de un contexto sociocultural, la espiritualidad humana y la lucha por auto desarrollarse.

La Psicología Humanista muestra al ser humano más en función de sus motivaciones y necesidades que en función de sus patologías, esta postura psicológica surge en los 60´s cuando hay una reacción a una sociedad concebida como materialista y mecanicista y que termina por deshumanizar a las personas. Como consecuencia de esta nueva postura del hombre frente a sus semejantes, se resalta el no considerar a los demás como objetos, o medios para alcanzar nuestros propósitos personales. Esta forma restringida de relacionarse con los demás, la que no ve al hombre como un ser en todas sus dimensiones (bio-psico-social-espiritual) se transforma en una barrera en la interrelación en donde solo la buena comunicación puede hacernos reconocer a los otros como iguales y relacionarnos constructivamente. La buena comunicación es una forma de respetarnos y respetar a los otros, y en terapia se aprende comunicarnos mejor.

Desde este enfoque existencial humanista de la psicología el ser humano es considerado único e irrepetible. Tenemos la tendencia al desarrollo integral y emocional y a veces no tenemos ni tuvimos en nuestra formación como niños y adolescentes todas nuestras necesidades satisfechas y es entonces que tenemos la tarea de desarrollar eso único y especial que somos, desarrollar todas nuestras potencialidades, por eso acudimos a terapia.

La Terapia Familiar Sistémica considera a la familia un sistema de relaciones que se forma a partir de una pareja. Esta familia pasa por diversas etapas de desarrollo presentando distintas características y retos a resolver o en su defecto, crisis en el intento de resolver estas etapas. En cada una de estas etapas, se deben de modificar las pautas de conducta, de relación y organización para dar paso a la madurez de los miembros de la familia. La estructura familiar debe de ser un ajuste constante, es cambiante y a la vez busca su estabilidad mediante diversos procesos.

La terapia familiar sistémica contempla lo interpersonal, analiza el como nos relacionamos y como y que comunicamos con nuestras palabras y con nuestras acciones. Así mismo contempla las diversas jerarquías en la familia y el respeto a cada uno de los miembros, los límites dentro y fuera de la familia, las alianzas internas.

Acudir a una terapia familiar significa estar dispuesto a ver como actuamos y cuando hacemos lo que hacemos, reconocer a que estamos reaccionando y de esta manera poder reconocer que nuestras conductas tiene un para que y que afectan a otros, también implica enfrentarnos a la responsabilidad de cambiar para que la familia cambie, para que sea un lugar en donde todos sus miembros tengan un contexto que propicie su desarrollo integral.